LOS NIÑOS INCIAN CON JUEGOS EN LA ESCUELA
Especialistas mexicanos resaltan de ese modelo la peculiaridad de la libertad pedagógica, aseguran se puede lograr una sinergia para generar resultados.
Posiblemente una lección útil para México, y para América Latina en general, es aprender cómo Finlandia enfrenta los cambios en el ámbito de la educación, donde la idea principal es que los alumnos permanezcan motivados y listos para aprender.
¿Un modelo fuera de toda norma?
Con la premisa de que no se conciben las políticas públicas en educación sin tener validez científica, este país creó un modelo donde la escuela se empieza a los siete años debido a que según sus resultados, las destrezas que se requieren para aprender a leer y para comprender se desarrollan hasta esta edad; antes de ello la prioridad es el juego.
Una vez que se accede a la enseñanza de la escuela, ésta se realiza en grupos pequeños de no más de 20 alumnos y en un ambiente relajado; se empieza con asignaturas instrumentales como educación física, finés y matemáticas, para continuar con ciencia, historia y lenguas extranjeras, todo ello en un proceso atribuido a la madurez del estudiante para recibir la información.
Aunque puede parecer que para conseguir estos niveles de educación se deben pasar muchas horas en la escuela, en este modelo no es así, la escuela comienza entre 8:30 y 9:00 de la mañana, incluso en primaria hay días que sólo se tienen tres horas de clase, al igual que la jornada escolar diaria, el año escolar es uno de los más cortos de los países de la OCDE y el tiempo de recreo es el más largo, “la idea es que lo educativo encaje también con el modelo social, no hay por qué exigir presión para horas de entrada ni de salida, la idea es que la educación sea integral y el alumno distribuya su educación de la manera más eficiente”, destacó Krista Kiuru.
Además, no se aplican pruebas estandarizadas, los alumnos sólo son evaluados por sus profesores, con base en su criterio profesional con pruebas y otros instrumentos elaborados por los propios docentes. En cuanto a los profesores, éstos no son supervisados ni inspeccionados y sus evaluaciones se hacen por profesores más experimentados, de los cuales reciben retroalimentación, pero no por ello un pago extra.
El cerebro aprende en cualquier ambiente
El analista y escritor en temas de política educativa, doctor Eduardo Andere, explicó que los distintos métodos de enseñanza funcionan y que el cerebro aprende con diversión, pero también asimila en contextos que no tienen que ver en nada con la diversión, recalca que es una forma de aprender pero no necesariamente se aprende más de esta manera.
“Si bien es cierto que todos los modelos educativos tienen resultados, pues nuestro cerebro está diseñado y preparado genéticamente para aprender en cualquier ambiente, ya sea en modelos tradicionales o constructivistas, el enfoque pedagógico finlandés tiene una peculiaridad, que es la libertad pedagógica”.
El doctor Andere, quien se encuentra realizando una investigación sobre ambientes poderosos de aprendizaje en potencias educativas mundiales, también refiere que el crear políticas educativas que sigan a las características de los niños y maestros con gran formación académica podrían ser aspectos que separen a Finlandia de países que aún carecen de estas acciones en sus políticas públicas.
“No se puede traer un modelo educacional tal cual, pero sí hay una gran sinergia entre cultura, historia y sistema educativo que puede generar grandes resultados”, concluyó.
Aprender puede ser divertido
La metodología finlandesa ha abandonado las memorizaciones típicas del sistema y hace énfasis en la discusión y en la reflexión, en esta búsqueda de opciones educativas Rovio Entertainment firma finlandesa conocida por ser la creadora de los Angry Birds, presentó también la forma en que pretenden ser una herramienta lúdica y emocionante para el aprendizaje.
“La mejor forma de aprender es sentirte seguro y haciendo las cosas por voluntad”, así lo dijo Sanna Lukander, vicepresidenta corporativa, luego de presentar este modelo innovador que pretende “hacer gente adicta a vivir aprendiendo”.